Julián Mitre
Yakuza Weapon es una cinta japonesa del 2011 basada en el manga de culto Gokudô
Heiki realizado de 1996 a 1998 por Ken
Ishikawa.
Shozo es un ex yakuza que junto a sus
dos secuaces se gana la vida como mercenario en Sudamérica hasta que es
localizado por un grupo especial del gobierno nipón para informarle que su
padre, el líder del clan Kurawaki, fue asesinado. Shozo y sus compañeros
deciden regresar a Japón para cobrar venganza. Luego de una breve investigación
y confesiones sacadas a base de puñetazos, patadas y granadas, Shozo descubre
que el culpable de la muerte de su padre fue un antiguo subalterno que busca unificar
los clanes yakuzas y convertirlos en un monopolio. Tras un primer
enfrentamiento entre estos dos personajes, Shozo pierde un brazo y una pierna,
momento que los agentes del gobierno aprovechan para llevarlo a un hospital y realizarle,
sin su consentimiento, mejoras en
el cuerpo que incluyen una metralleta y
un lanzamisiles, convirtiéndolo en el yakuza perfecto y obligándolo a trabajar
bajo sus órdenes.
Yakuza Weapon es una producción del estudio Sushi Typhoon, especializado en cintas de horror, ciencia ficción y fantasía de bajo presupuesto y mucha violencia. A lo largo de la película es notoria la influencia del manga con escenas tan absurdas como hilarantes -la novia furiosa lanzando un yate por los aires de una patada y descargando un arma de grueso calibre sobre Shozo y sus compinches, o la escena en la que el protagonista pierde sus extremidades pero aun así se da el tiempo para derribar un helicóptero, son un buen ejemplo de esto-. Las peleas son otro de los puntos fuertes del filme y no es para menos tomando en cuenta que Tak Sakaguchi, protagonista y director del filme, es un antiguo peleador callejero que domina varias artes marciales. La segunda parte de esta obra se vuelve más violenta y sangrienta, contando con una larga escena de una sola toma que es una genialidad llena de golpes y asesinatos, para luego llegar a la batalla final que incluye un cadáver femenino convertido en bazuca.
Humor negro, acción, violencia y un director que sabe cómo debe filmarse una buena pelea, son la mezcla perfecta para hacer de Yakuza Weapon una obra bastante disfrutable.