Julián Mitre
Fernando Méndez fue un director de cine que en el siglo pasado nos entregó joyas como “El vampiro”, protagonizada por German Robles, la cual muestra a uno de los mejores chupasangre de toda la historia del séptimo arte: “Ladrón de cadáveres”, filme de gran relevancia dentro del subgénero de luchadores, de la que ya hablamos en el artículo titulado CON B DE BESTIA y “Misterios de ultratumba”, conocida en idioma inglés como “The black pit of Dr. M” , a la que dedicaremos el espacio de esta semana.
La cinta arranca con una voz
en off que nos recuerda una de las preguntas más antiguas que se ha realizado
el hombre: ¿qué hay más allá de la muerte? para después presentarnos al moribundo
doctor Jacinto Aldama y su colega el doctor Mazali, quienes acordaron que cuando
uno de ellos muriera encontraría el camino para que aquel que siguiera vivo
pudiera ir y volver del otro mundo sin morir.
Durante una sesión de
espiritismo Mazali logra contactar con Aldama, este le advierte que de seguir
adelante con el trato, el precio a pagar sería terrible. A Mazali no le importa
y exige saber la fecha en que su colega cumplirá con su promesa.
Más tarde Mazali recibe en
el asilo donde trabaja la visita de una joven de la cual se enamora
inmediatamente. Su deseo por ser correspondido, junto a la obsesión por
descubrir el misterio detrás de la muerte terminarán sumergiéndolo junto a sus
pacientes y colaboradores en una espiral llena de horror y locura.
“Misterios de ultratumba” juega con muchos de los personajes clásicos del género: el mad doctor, los fantasmas, los resucitados y hasta una bestia incontrolable que sólo encuentra la calma gracias a la música, todo ello envuelto en una atmósfera propia de las mejores narraciones de Edgar Allan Poe y un ritmo impecable que la convierten en una gran cinta de horror gótico.