Julián Mitre
El 26 de agosto de
este 2019 se cumplen dos años de la muerte de Tobe Hooper, reconocido director
y guionista del cine de terror.
Hooper realizó su primer largometraje en 1969, un
filme de humor negro con tintes surrealistas llamado Eggshells, pero sería en 1974 cuando conocería el éxito gracias a The Texas Chainsaw Massacre, trabajo que
revolucionó el género a pesar de su bajo presupuesto y sus limitados recursos técnicos. La
película narra la historia de un grupo de jóvenes que viajan en una camioneta
tipo Van y quedan varados en un pueblo de Texas, ahí se encuentran con una extraña familia que los
acosa y tortura sin una razón aparente. La
Masacre de Texas causó gran revuelo por su violencia explícita y su aire
realista. Hoy en día es una franquicia
que cuenta con 8 filmes entre secuelas, remakes y precuelas.
En 1977 Hooper retoma el ambiente rural de Texas
para filmar Eaten Alive. Donde vemos
a un extraño campesino asesinar personas para alimentar al gigantesco cocodrilo
que tiene por mascota. En esta cinta se observan algunas de las características
más icónicas de La Masacre de Texas,
como el ambiente opresor, la violencia y el humor; esté último llevado a un
nivel más alto.
Dos años más tarde Hooper abordaría el mundo de
los vampiros, en formato de miniserie, con
Salem’s Lot, una
historia basada en la novela de Stephen King del mismo nombre, la cual
también se convirtió en un clásico de culto.
The
Funhouse de 1981 nos muestra a un grupo de jóvenes que
atestiguan el asesinato de una vidente a manos de un extraño hombre, quien tras
saberse descubierto tratará de acabar con ellos. La cinta está plagada de
referencias y guiños a otras películas de terror como: Psicosis, Halloween y
Freaks.
En 1982 vería la luz Poltergeist, sobre una familia que se enfrenta a extraños sucesos
en su nueva casa.
Hooper también abordó la ciencia ficción con un
par de cintas: Lifeforce, del 85, llena de vampiros galácticos, zombies y sexo y en el 86 con un remake de la cincuentera Invaders from Mars.
También en el 86
llegaría la primera secuela de The Texas Chainsaw Massacre. Más repleta
de sangre, violencia y humor que su predecesora. Esta sería la última de la
toda la saga que se encargó de dirigir.
Durante la década de los 90, Hooper filmó varias
cintas que se encontraban lejos de igualar la genialidad de sus obras
anteriores, aunque algunos trabajos como Bodybags
(cinta de tres historias donde también colabora John Carpenter) o Night Terrors, tienen un buen
número de seguidores.
Tras
el cambio de siglo Hooper se mantuvo vigente con cintas como el remake de la
setentera Toolbox murders, Mortuary, su participación en la serie
Master of Horror o la que fue su última cinta Djinn del 2013.
Aunque
con altibajos, el trabajo de Tobe Hooper lo respalda para ser considerado como
uno de los grandes directores dentro del género de terror y siempre será buena
idea echarle un vistazo a su filmografía.