Julián Mitre
Anteriormente, en la segunda parte del artículo dedicado a la ciencia ficción mexicana ( http://lostestigosdemadigan.com/columna/de-la-b-a-la-z-cine-de-ciencia-ficcion-en-mexico-segunda-parte/), les había hablado brevemente de Utopía-7,un filme genial que merece una revisión aparte.
En el año 2032 la supercomputadora Utopía-7 gobierna en toda el planeta
Tierra y ha vedado la procreación durante 30 años por lo tanto cualquier niño
que llega a nacer es exterminado de inmediato. Quienes logran sobrevivir viven
en la clandestinidad y son cazados sin piedad por los sirvientes de la computadora. La
salvación de estos chicos se encuentra en un ejército conformado por
adolecentes que planean destruir a Utopía-7.
La cinta producida,
dirigida y actuada por niños, claramente inspirada en la Multivac de Isaac
Asimov, se nutre de películas como Blade
Runner y Terminator para
entregarle al espectador una distopía donde un grupo de jóvenes se revelan ante el opresor.
Hay en esta obra muchos
aspectos que la vuelven una joya del cine B:
Las actuaciones, a veces
creíbles y a veces exageradas, pero siempre con la seriedad que tienen los
niños cuando juegan, le dan un tono único a la cinta.
Es el último trabajo de
Claudio Brook, gran actor de cine, teatro, televisión y de doblaje con una
extensa filmografía que aquí se une al juego para interpretar al villano con la
seriedad que el caso merece.
Los efectos, hechos a
pura base de ingenio, pólvora, maquetas de cartón, carritos de juguete y mucha
imaginación (cerrar el puño y acercarlo a la boca para simular hablar por radio
es algo que pocos se atreverían a hacer).
La cinta no es tan
conocida como debiera, pero les aseguro a todos los amantes del género que luego de verla se enamoraran de ella.