Columna
Fonocapturas // “CASTRATION ANXIETY”, DE HIDE
Néstor Pompeyo Granja
Entrar al universo de Hide implica el riesgo de no salir ileso. Hacerlo es arrojarse a las pulsiones primitivas una vez que se ha abandonado todo juicio sobre lo placentero y lo doloroso. Es tomar conciencia de ambos fenómenos como un continuo infinito que no se evalúa, sino que se experimenta. Y experimentar a Hide en “Castration Anxiety” es un develamiento tan mórbido como excitante.
Apenas inicia el disco y los elementos protagónicos del mismo se revelan de inmediato: ritmos mecanizados, fondos industriales y una voz femenina que, dentro de su tramposo rango monótono, es capaz de injuriar con goce perverso hasta reventar la cordura del desprevenido escucha. Los minutos avanzan y las canciones se suceden con ligeras variantes pero con astutas combinaciones: el efecto hipnótico está garantizado y el oyente ya no distingue si es víctima o voluntario. Pero para entonces ya no tiene caso analizarlo: el caos está en su clímax y ya sólo queda aceptar su curso aplastante.
Eso es “Castration Anxiety”. Es un orificio dentado que no dudará en cercenar a quien ose penetrarlo. Es una ráfaga necroerótica de beats y percusiones electrónicas, que acaricia como la mano fría de la Muerte. Es la angustia apocalíptica que grita distorsionada y susurra profecías cyberpunk. Es puro dark industrial para el Fin del Mundo.
HIDE, “Castration Anxiety” [Dais Records, 2018].