Néstor Pompeyo Granja
En
el mundo del metal, el punk y algunos otros círculos subterráneos,
es común el formato del split: álbumes compartidos entre dos o más
bandas, donde cada una aporta un determinado número de canciones.
Los criterios para determinar a las bandas pueden obedecer a factores
tan diversos como arbitrarios: las agrupaciones tocan un género
similar, pertenecen a la misma disquera, son amigos, se les dio la
gana, o cualquier otro buen pretexto. El asunto es que, no pocas
veces, los splits suelen ser productos irregulares (que no
necesariamente malos), debido a la dificultad para unificar los
elementos y variables involucradas.
“Mondoscuro”
es un split entre dos bandas de metal extremo de origen italiano,
ambas con una respetable trayectoria en el underground, que incluye
sendas discografías y diversas participaciones en proyectos
paralelos: Cadaveria y Necrodeath, agrupaciones que comparten la
influencia de subgéneros como el black, thrash y death metal, además
del gusto por alternar sonidos brutales con pasajes melódicos. Pero
lo verdaderamente destacable de este split es su cohesión y su
lógica conceptual: algo, insisto, pocas veces tan bien logrado en
los álbumes compartidos.
El
disco se compone de seis tracks, con una duración superior a la
media hora. Cada agrupación participa con tres canciones en un juego
intertextual sumamente interesante (sobre todo porque ambos proyectos
comparten más de un integrante, aunque mantienen sus estilos y
estética bien diferenciados): primero, Cadaveria hace un cover a uno
de los temas más viejos de Necrodeath (“Mater Tenebrarum”) y
viceversa (“Spell”); luego, cada banda presenta un tema inédito,
compuesto para la ocasión (“Dominion of pain” y “Rise above”)
y con featuring mutuo. Finalmente, aparecen otras dos versiones,
inesperadas pero astutamente reelaboradas para adecuarlas a la
atmósfera del álbum: Cadaveria con “Christian woman” (original
de Type O Negative) y Necrodeath con “Helter Skelter” (sí, la de
The Beatles). El experimento funciona por varias razones, más allá
de los lazos existentes entre los participantes: primero, porque hay
un trabajo de producción uniforme que evita que el trabajo se
perciba como un mero amontonamiento de canciones; y segundo, porque
el concepto final es una hibridación de elementos macabros de muy
distintos orígenes, pero todos tratados en un mismo marco contextual
que no deja que el álbum pierda el foco en ningún momento: es
oscuro, dinámico, diverso y, sobre todo, brutal.
Vale
la pena destacar que, en el caso de Cadaveria, este trabajo supuso su
última grabación antes de un largo hiato por complicaciones de
salud de la frontwoman. Actualmente, ya recuperada, la vocalista ha
vuelto a los estudios para dar continuidad a su trayectoria con un
nuevo álbum que se encuentra en curso. Habrá que ver hacia dónde
se dirige. Mientras tanto, “Mondoscuro” es una excelente opción
para los aficionados a los sonidos extremos, inteligentes y
propositivos.
Cadaveria
+ Necrodeath, “Mondoscuro” [Sleaszy Rider, 2016].