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Columna

Poesía entre lilas// Gioconda Belli: Ipomoea quamoclit

Irene Ruvalcaba

Una ardorosa mácula de alelí habita detrás del corazón, en el jardín de flujos escarlatas con cielos plagados de nubes amantes de la tierra. Donde todo es ciclo y todo es odio, un soplo deja pasar la sangre formando flores que parecen abrazos, que parecen bocanadas de humores. Mientras el cielo levanta con petricor lo que parece muerto en la tierra, la buganvilia revienta a carcajadas y a lágrimas.

Gioconda escribe con jolgorio por el paso de lo que ama. Qué risa despertar con un sol delgado resbalándose a través de la ventana del alma como si fuese un pez. Despertar entre enamoradas del muro que trepan y trepidan, esas andantes de las paredes. Gioconda Belli, como las enredaderas, insiste en la verticalidad. Escribe: “Me tienta el amor con sus espinas / sus arañazos tercos / su manera de brincarse los cercos / y subirse a las tapias”1Y ella es ese amor y esas tapias, un dibujo antiguo con líneas gastadas, estrías de la hiedra muerta.

Así pasan los amantes entre cantilenas: “su vocación de flor / de buganvilia rosa, blanca, morada / enredándose en los agrestes patios.” En el color de las flores, la poeta da a luz. Mantiene su canto decrescendo que nace en el oído y anida en las palabras. “No sé qué quiero de él / qué imagina de mí / qué sueños o quimeras hilvanamos / dejando enfriar el café sobre la mesa, / las miradas prendidas como anzuelos / sobre el pez rojo que nos nada en el pecho.” En una laguna minada por la luz de los días, desbordada por negras nubes, el amor se convida con la ira, cuando la ira se azoga en el amor.

El amor es un anzuelo en boca de pez tirado por dos cañas: “Mientras hablamos / cada cual da tirones a la caña / en la lucha tenaz por apresarlo. / Discutimos de si sí o si no / mientras la buganvilia sube / nos enreda / y las flores explotan / y la baranda cede.” La buganvilia estalla y mancha, la sangre del pez invade la laguna. Afuera o adentro apelan correspondencia.

1 Gioconda Belli, El pez rojo que nada en el pecho, 2020, Visor, España.

*Ilustración por Ilse Ovalle.

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