Noé Zavala Rivera
A la par de que se fue acrecentando el uso de la tecnología en el mundo del rock and roll, los grupos de este género tendieron a disminuir el número de sus integrantes. No es que al principio hayan sido unas big band, en absoluto, pero la conformación básica que incluia al cantante, guitarrista, bajista y baterista y, en algunos otros casos, la guitarra de acompañamiento y los teclados, empezó a reducirse. Justo era la guitarra la que aportaba el elemento melódico, y en su caso los teclados, cuando había. La columna vertebral la constituían la batería y el bajo: llevaban el ritmo y el marco armónico; aunque lo cierto es que para el público, el mundo giraba alrededor del cantante y del guitarrista, quien además hacía los solos.
Con la llegada de la tecnología, cambió la estructura inicial de las bandas del rock. Comenzaron a emerger muchos grupos que se componían únicamente de bajo, batería y guitarra y, las menos de las veces, teclado: el power trío. Cualquiera de los integrantes cantaba; y el cantante dejó de tener el amplio protagonismo del que gozaba, (pero no de derretir el corazón de las chicas), y de solo cumplir una función, aunque falsamente parecería que fuera la locomotora sin la cual el convoy no avanzaría. La guitarra ya podía procesarse y hacer uno y mil sonidos sin la necesidad de tener una guitarra de acompañamiento o teclados. Recuerdo una ocasión en que toqué en un power trío: empezamos a ensayar en la sala de una casa de interés social. Enseguida, escuchamos que tocaban la puerta. Lo primero que pensamos fue que a alguien le había molestado el ruido. Al abrir, nos dimos cuenta de que era el vecino de la casa contigua: un anciano de alrededor de 80 años quien se sorprendió al ver que únicamente éramos tres personas los que hacíamos ese éscandalo infernal. Únicamente atinó a decirnos: “Ah, yo pensé que era una orquesta”, y se retiró.
Junto con el nacimiento del rock, también hubo el surgimiento de algún power trío, como lo fue la banda Cream, pero esto fue de manera excepcional. La generalidad era que el grupo se integrara como lo he referido, y el instrumento central era la guitarra eléctrica. Tambien es cierto que en álgun momento ya se había realizado el intento de sustituir el bajo, lo cual actualmente acontece en diversas bandas, como sucedió con The Doors, en donde Ray Manzarek, con su Fender Rhodes Piano Bass, era quien se encargaba de hacer la línea armónica al tiempo que tocaba los teclados. Pero esto ya no ocurrió en el último disco: L.A. Woman, en donde sí hubo bajista. De power tríos poderosos podemos aludir a Jimy Hendrix Experience, Emerson Lake & Palmer, Grand Funk Railroard y, más recientemente, a Mötorhead, Rush, Nirvana, Police y Muse, por decir algunos.
Ahora la muerte del power trío está cerca. Tiene a su principal promotor con la banda denominada Royal Blood: dúo originario de Brigton, Inglaterra, fundado en el año 2011 y compuesto por el baterista Ben Thatcher y el bajista y vocalista Michel Kerr. No hacen falta más miembros para llenar el escenario y el espectro audible. La música es la principal protagonista, como siempre lo debió haber sido. No podemos olvidar que en ciertos momentos de la historia muchos grupos comenzaron a integrar en sus presentaciones elementos carnavalescos o teatrales, que aunque fueron bienvenidos, lo relevante es el sonido, el “personaje” principal, y como tal, la esencia; lo demás es añadidura. En dicha banda el bajo lleva la melodía a base de riffs, incluso hace una especie de solos, aunque esto no ocurre a mitad de la canción, que por lo general no duran más de cuatro minutos, sino que lo hace intermitentemente mientras sigue una línea armónica. Ya no ocurre lo que decía Joe Michael Dusty Grif, bajista recientemente fallecido de ZZ Top, de que el bajo debía escucharse fuerte, como un pedo, pero dentro de una caja. No, ahora el pedo es uno de los principales protagonistas y como tal debe escucharse, además de fuerte, nítido.
Es cierto que donde primero se dio el progreso de este instrumento fue en el jazz. Mientras en el rock el bajo únicamente era un soporte, en el jazz se convirtió en un instrumento solista, al igual que el saxofón, la trompeta y la batería misma. Especialmente, lo podemos notar en lo que Jaco Pastorius llevó a cabo: le dio al bajo otros estándares técnicos y de interpretación que revolucionaron su belleza musical. Pero como el rock se conforma por diversos elementos de sonido y con otro espíritu, es por lo que la tecnología ha sido la base para que se haya conformado un dúo como del que se habla, en donde el bajo ya no suena como bajo, pero sigue siendo un bajo, dejando a la guitarra en el olvido.
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