Néstor Pompeyo Granja
A
veces pasan cosas en el underground que son complejas de
entender. Complejas por su formato musical, por la dificultad para
clasificarlas y porque nos enfrentan al lamentable hecho de que la
calidad y la creatividad no siempre reciben la difusión que merecen.
“Sinfonía de la Muerte” es una de esas cosas que pasan en el
underground y que ejemplifican todo lo señalado
anteriormente.
Al
ver la portada, cualquiera podría suponer que esto se trata de metal
gótico a la usanza, pero bastan los primeros minutos del álbum para
derribar esa impresión. Es cierto: probablemente el disco puede
entenderse como un síntoma de lo recio que alguna vez pegó la
estética gótica en México, pero en general, esto es momia de otra
catacumba. El proyecto es obra de Víctor Manuel Ochoa y Ana de Alba:
el primero se encarga de la composición musical y, la segunda, de la
composición vocal. Se trata de una obra a la que yo llamaría
“progresivo oscuro”; porque esto NO es metal, y tampoco es
propiamente rock. La música tiene muchas influencias clásicas y en
la estructura de los temas predomina el piano y las orquestaciones de
teclado; ocasionalmente hay una que otra guitarra fuerte y también
algunos guiños que me remiten —muy sutilmente— a lo primero de
Lacrimosa. La cantante mantiene todo el tiempo un estilo operístico,
con algunas técnicas avant-garde; a veces se nota la
influencia de Diamanda Galás o de Rita Guerrero, pero en general el
performance vocal se sostiene por su propio mérito e identidad.
También llaman la atención los conceptos detrás de las
composiciones, que van de temáticas erótico-religiosas a textos
prehispánicos o sefardíes.
Aquí
hay clasicismo, pero también vanguardia. Hay lenguajes académicos,
pero también experimentación oscura. Hay una obsesión mórbida con
la muerte, pero también un entendimiento fino de la más profunda
belleza. El booklet, en formato desplegable, incluye algunas
notas explicativas de los textos que ayudan a entender mejor la
intención de la obra. Lamentablemente, en la web no existe
mucha información que nos ayude a seguirle la pista a la gente
involucrada en este proyecto, pero definitivamente este es uno de
esos álbumes que merecían mucho más alcance y visibilidad.
Absolutamente
recomendable.
Víctor Manuel
Ochoa y Ana de Alba, “Sinfonía de la Muerte” [Independiente,
2004].