Néstor Pompeyo Granja J.
Cuando
se habla de ópera, muchas personas todavía asumen que se trata de
un formato asociado exclusivamente a épocas pasadas y al viejo
continente. No obstante, basta con explorar un poco los terrenos de
la música académica contemporánea para darse cuenta de que la
ópera nunca murió. Por fortuna, siempre existen artistas con la
disposición de crear obra nueva a partir de lenguajes aparentemente
antiguos, y el disco que hoy nos ocupa es un claro ejemplo de ello.
“¡Únicamente
la verdad!”, de Gabriela Ortiz, es una obra genial. Se trata,
precisamente, de una ópera mexicana contemporánea que en su libreto
explora el origen de Camelia la Texana (sí, la de los Tigres del
Norte). Según las investigaciones de la autora, existen
(¿existieron?) dos probables “Camelias” reales que
inspiraron, en su momento, la creación del personaje del corrido
original: la primera se trata de una mujer que apareció en un
reportaje y fotografía de la revista “Alarma!”; la
segunda, una predicadora evangelista reformada del mundillo del
contrabando menor. También existe una tercera versión, que dice que
el personaje es totalmente ficticio. Lo interesante es que las tres
posibilidades son examinadas a profundidad en la obra de Ortiz, a
través de un libreto dinámico e inteligente que, en conjunción con
los recursos compositivos, crean una suerte de documental sonoro
acerca de la creación de mitos a partir de la ficción. En la ópera
aparecen, entre otros personajes, las dos “Camelias”
reales, el compositor del corrido original y hasta un cantante que
alude directamente al vocalista de los Tigres del Norte. Y para mayor
alarde conceptual, la obra cierra con un fragmento intervenido de
“Contrabando y traición”.
Cabe
aclarar que estamos hablando de música contemporánea, por lo cual
no podemos esperar estructuras clásicas, pero sí un profundo
respeto por las mismas y, sobre todo, un astuto esfuerzo por acercar
el lenguaje formal a los fenómenos populares (¿o al revés?),
sin la artificialidad arrogante de quien observa desde lejos. Este
trabajo pertenece, sin ninguna duda, al mundo académico, pero la
sagacidad de su tema y su forma última (la puesta en escena original
incluye, además de la orquesta, coro y solistas, instalaciones
electroacústicas y proyección de video) son, sin duda alguna,
reflejo y exaltación de lo experimental, lo transgresor y sí: lo
popular. Esto es, casi casi, una ópera barrio. He ahí su encanto y
originalidad.
Gabriela
Ortiz, “¡Únicamente la Verdad! La Auténtica Historia de
Camelia la Texana” [Quindecim Recordings, 2014].