Por NIKTÉ VALLADARES
Acabo de terminar de leer el libro de Coral Herrera, Mujeres
que ya no sufren por amor: Transformando el mito romántico. Debo confesar que
llegue a él sin mucho cariño. Por el título tenía la idea de que era un libro
más de autoayuda simplón. Pero, debo decir que incluso leyendo solo la
introducción ya me tenía enganchadísima, me ilusionó, me entusiasmó, ¡AMÉ!
Es un libro bastante simple de leer; el lenguaje es sencillo
y todas nos podemos identificar con varios capítulos. La mente vuelve a
experiencias previas de la vida en donde todo esto que se relata se puede
ejemplificar. También es un libro bastante básico, pero es justo eso lo que lo
hace maravilloso: nos invita a investigar propuestas más profundas sobre estos
temas, y es un acercamiento bastante accesible al feminismo y la forma en que
nos relacionamos con el amor de pareja desde el patriarcado. Es una oda al amor
propio, al amor como fuerza motriz para cambiar el mundo, a la autoestima que
no tiene nada de auto, para ser capaces de sobrevivir y anular los mandatos
patriarcales del amor romántico y todas sus dinámicas, o al menos comenzar a
cuestionarlos e identificarlos.
La premisa me encanta, es simple, pero revolucionaria: “el
amor desde el disfrute”, hacer relaciones más libres, horizontales, de
compañerismo, sanas, amorosas, de igualdad la propuesta desde la crítica, la
autocrítica y la honestidad para una misma y con las relaciones que tenemos a
nuestro alrededor sobre todas las ideas, miedos y deseos que se viven como
normalizados, donde el amor se utiliza como un eje de dominación y exclusión
para las mujeres.
Cuatro cosas que este libro me invita a seguir cuestionando
y buscar más información para mí y para mi práctica terapéutica son estas:
1. Las relaciones de poder que se establecen dentro del amor
romántico patriarcal, porque cuestiona la forma en que utilizamos el poder que
tenemos para relacionarnos. Todos tenemos poder para ejercer. Reflexionar sobre
ello para identificar la forma en que lo ejercemos sobre los otros, me pareció
un mindblow. La propuesta es un amor horizontal que no venga desde la violencia
al ejercer ese poder, todos tenemos poder sobre otros y a su vez otros tienen
poder sobre nosotros. Coral te regala muchas preguntas a responder sobre cómo
aprendimos utilizar este poder.
2. La sororidad para reponernos a la rivalidad y competencia
en la que nos coloca a las mujeres el patriarcado, la propuesta de extender el
amor más allá de una misma, desde la compasión y la construcción de redes de
apoyo sororas y también fuera de nuestro género a nuestros otros círculos
sociales.
3. La forma en que explica como posibilidad la ruptura de
las relaciones desde el amor y no desde el odio o el dolor irracional que nos
trae el miedo a la soledad, al rechazo o la pérdida.
4. El miedo a la soledad que nos habita como mujeres desde
esta aproximación del amor patriarcal romántico. ¿Por qué seguimos poniendo
todo nuestro rastro amoroso en la pareja, cuando hay tantas redes de apoyo,
cuando generamos otros vínculos tan importantes en nuestra familia, amistades,
proyectos laborales? ¿Por qué seguimos emparejándonos desde los miedos de dos
en dos, y si no llegamos a esto nos sentimos incompletas?