Julián Mitre
Hoy haremos una pausa en la serie de artículos iniciada hace unas semanas sobre películas basadas en cómics, ya que hace pocos días murió el actor y director brasileño José Mojica Marins, quien gracias a su personaje Zé do Caixão se ganó un lugar junto a actores de culto como Bela Lugosi, Chistoper Lee, Boris Karloff o nuestro querido Rodolfo Guzmán Huerta mejor conocido como el Santo.
Nacido en São Paulo el 13 de marzo de 1936, José Mojica Marins comenzó a filmar desde que era adolescente, aunque sería hasta 1964 con À Meia-Noite Levarei Sua Alma donde encontraría el camino que lo volvió una figura de culto en América Latina y, más tarde, en los Estados Unidos, encarnando por primera vez a Zé do Caixão (José del Ataúd) un malvado sepulturero ataviado con un sombrero y una capa que recuerdan al mago Mandrake y unas uñas de 20 centímetros en forma de garras, que desprecia la religión y la vida de los demás y anhela más encontrar a la mujer perfecta para engendrar un hijo y así perpetuar su sangre.
El éxito de À Meia-Noite Levarei Sua dio lugara la creación de una serie de cintas protagonizadas por Zé do Caixão, la última de estas La encarnación del demonio, en 2008, además de aparecer en cómics, su propio programa de televisión y convertirse en el “coco” brasileño.
Mojica se mimetizó con Zé do Caixão al grado de que el segundo parecía solo un aspecto de la personalidad del primero, pero este hecho no impidió que además de las seis cintas protagonizadas por Coffin Joe (nombre con el que se le conoce en Estados Unidos) el director brasileño filmara decenas de películas que además del horror abarcaban géneros que iban desde el western hasta el porno –Mojica dirigió la primer cinta de zoofilia de su país-.
La obra de Mojica -oscura, inquietante
y provocadora; premiada en festivales
internacionales y reconocida por directores de la talla de Tim Burton o los
creadores de Fredy Krueger- llegó a ser comparada con los trabajos de Luis
Buñuel y Alejandro Jorodowsky, aunque en realidad el estilo del brasileño ya se
había definido muchos años antes de que si quiera conociera el trabajo de estos
artistas. Las verdaderas influencias de José Mojica Marins se encuentran en la
literatura gótica, el cine de la Hammer, la necesidad de contrariar a las
buenas costumbres y en aquella pesadilla en la que un hombre ataviado de negro le
mostró una tumba que indicaba su fecha de nacimiento y la de su muerte, que
ahora sabemos era el 19 de febrero del 2020.