Juan Félix Barbosa
El pulpo es un ser marítimo, misterioso e hipnótico. Sus tentáculos lo caracterizan y sus movimientos ágiles pueden desplazarlo con rapidez por la profundidad de las aguas. Simboliza la inteligencia y además, en caso de perder alguna de sus extremidades tiene la facultad de regenerarla.
El anuncio del retorno de John Frusciante a la guitarra de los Red Hot Chili Peppers, el pasado 15 de diciembre de 2019, provocó una reacción muy inusual de furor, en cadena, a través de las diversas redes sociales. La pregunta inmediata sería ¿por qué?, si el último guitarrista de la banda californiana, Josh Klinghoffer permaneció del 2009 al recién fenecido 2019.
Un buen fan de los Chili Peppers debe saber que en el historial de los californianos, por lo menos, destacan cuatro muy notables y consistentes guitarristas: en la etapa temprana, Hillel Slovak con quien grabaron tres discos, y fallecido por una sobredosis de heroína, luego, el propio John Frusciante que ocuparía el lugar de aquél; más tarde, el ex guitarrista de Janes Adiction, Dave Navarro y luego de un segundo regreso y salida de Frusciante, Josh Klinghoffer, miembros con los que la banda ha concretado trabajos en el estudio de grabación.
La guitarra en los Red Hot Chili Peppers ha sido fundamental para definir su inconfundible estilo desde un principio, a partir del funk y el rock. Si bien la presencia, casi fugaz de Slovak, fue uno de los dos grandes arquitectos que diseñó una buena parte de la filigrana sonora de la banda y que dejó como legado su creatividad en tres discos: Red Hot Chili Peppers, en 1984, Freaky Styley en el 85 y The Uplift Mofo Party Plan en el 87, también, además, una influencia definitiva para un muy joven John Frusciante (el otro arquitecto), que siendo, este último, acérrimo fan de la agrupación terminaría, no sólo por suplir al ídolo, sino además, lograr vuelos más elevados.
Al salir de su niñez, John Frusciante, de ascendencia italiana, era un chico taciturno que se pasaba más de 15 horas diarias practicando con su guitarra, con Jimi Hendrix como un decidido modelo a seguir, además de otros faros que le darían el toque distintivo a su peculiar forma de componer y ejecutar, como Jeff Beck y Jimmy Page.
Tras la muerte de Slovak, en el 88, Frusciante ingresó con los Chili Peppers y grabaron el cuarto disco de la banda: Mothers Milk, con el que alcanzaron reconocimiento comercial, aunque en voz de la crítica especializada, el de ascendencia italiana ofrecía, en ese entonces, todavía una ejecución muy similar a la de Slovak.
Así, el estilo liberado, novedoso, potente, pero también sensible y cohesionador de Frusciante, que hoy lo caracteriza, aparecerá hasta el que es considerado por muchos, como la obra maestra de la banda californiana: Blood Sugar Sex Magik, en 1991.
Este disco representa el ascenso de los Red Hot Chili Peppers a la cima del mundo en la que encontrarán las paradojas del universo del rockstar: fama, reconocimiento, multitudes y dinero, pero también, el desencuentro consigo y con los demás a través de las drogas como la heroína.
Blood Sugar Sex Magik es un disco redondo que da muestra de varios detalles: la llegada del reconocido productor norteamericano Rick Rubin (quien ha trabajado con monstruos como: Slayer, Mick Jagger y los Bestie Boys entre otros, y que es el responsable de pulir el sonido redhotchilipeperiano), el crecimiento artístico y musical de sus integrantes, pero sobretodo, de la química que será la responsable de producir otros discos de gran valía para la historia del rock y de la música popular.
Y es que es, precisamente en Blood Sugar Sex Magik en donde surgirán diversos temas, considerados hoy, clásicos como, particularmente dos canciones que se volverán himnos: Give it away y Under the bridge; con la primera, de un ritmo poderoso e implacable, lo que la hace quizá la más conocida de la banda, cuyo riff, bajeo y letra son inconfundibles obtuvieron su primer lugar en las listas de popularidad, y a la fecha se ha vuelto multiparodiada.
Under the bridge es en sí, otro himno con un muy distintivo time de balada, pero sin duda, también un tema poderoso que logra embonar perfectamente la conmovedora letra de Anthony Kiedis, vocalista de la banda, sobre su experiencia con el consumo de la heroína, la soledad y la vida urbana en Los Ángeles California con la sensible expresividad guitarrística de John Frusciante, quien en la intro ofrece, según la crítica de su tiempo, una revelación de nuevas dimensiones que se niega a repetir los patrones melosos establecidos hasta entonces por la balada.
Blood Sugar Sex Magik vendió más de 15 millones de copias en todo el mundo. Un año después de su estreno, es decir en el 92, Frusciante abandonó la banda en medio de una gira global, debido a su desencuentro con el fuerte relumbrón que ofrece la vida de rockstar. En su lugar quedó el guitarrista Dave Navarro con quien los Red Hot Chili Peppers grabaron One Hot Minute, en el 95 con el que obtuvieron un sonido muy diferente a todo su material predecesor.
John Frusciante es un tipo delgado, alto, con varios tatuajes, casi deshechos, en sus brazos, debido a los múltiples piquetes (y su consecuente infección), resultado de su extrema dependencia a la heroína luego de su primer salida de los Red Hot Chili Peppers, de tal manera que tuvieron que realizarle varios injertos de piel. Llevaba un pulpo, (ahora recubierto en parte por las razones mencionadas) diseñado por el artista holandés Henk Shciffmacher, en uno de sus hombros para rememorar la gira denominada: Positive Mental Octopus misma que sirvió como promoción del cuarto álbum Mother´s Milk, aunque de manera curiosa, ese pulpo se ha vuelto, una especie de representación simbólica del propio guitarrista.
Frusciante es Pisicis, signo de agua, elemento vital para el pulpo, y ha sido capaz de moverse lo mismo con inteligencia y sagacidad en la parte luminosa de su creación musical que en los sitios más oscuros de su adicción a la heroína. En este duro trance de dependencia por cuatro años, en la etapa final estuvo al borde de la muerte, y si bien, en consecuencia perdió prácticamente toda su dentadura debido a una deletérea infección bucal, hizo renacer, sino su dentición, sí la parte del espíritu que lo llevó de vuelta a entrar en contacto con la magia, el potencial, la creatividad, la inteligencia y la fluidez de la energía que simbolizan, precisamente al pulpo, para volver por segunda vez a formar parte de la alineación de los Red Hot Chili Peppers, en 1998.
Un año atrás, en el 97, cuando Frusciante se encontraba en la pobreza total, fue convencido para iniciar un programa de rehabilitación y en abril del 98, Flea, el bajista de los Chili Peppers lo invitó para volver a la banda. En junio de ese mismo año estrenaron otro álbum también considerado de altura: Californication.
Este material es el número siete de la agrupación y marca no sólo el segundo retorno de Frusciante, sino también la química que los llevó a crear Blood Sugar Sex Magik. De Californication igual se desprenderán temas hoy clásicos, como: Other side, Scar Tissue (con esta última obtuvieron un Grammy a la mejor canción de rock en el 2000), la que da título al álbum y Around the world que muestra la energía del bajeo funky de otros tiempos. En este trabajo de la banda queda de manifiesto el beneficio de volver a embonar a Frusciante como la pieza clave que hace posible la magia. Californication es el álbum de mayor venta en la historia del grupo con casi 16 millones de copias.
Posteriormente, vendrían otros dos discos con el de ascendencia italiana que también dejarían huella y piezas muy memorables: By the way y el álbum doble Stadium arcadium, en 2002 y 2006 respectivamente y que requerirían de mayor espacio para su desglose y comentarios. Durante el 2007 realizaron una gira y anunciaron, al final, un descanso de dos años luego de un muy intenso periodo de actividad, hecho que al parecer no fue del agrado del guitarrista. En 2009, luego de trabajar en algunos proyectos personales, Frusciante informó de manera oficial su segunda salida de la agrupación, que sería en buenos términos y que aprovecharía para trabajar en su material como solista. Posteriormente, la banda grabaría otros dos discos con Josh Klinghoffer en la guitarra: I’m with you en 2011 y The Getaway en 2016.
John Frusciante se ve a sí como el portavoz de otras voces dimensionales que lo conducen a crear y encuentra en la energía una forma de expresar lo que en esencia se es. No ve su etapa de adicción como un descenso al infierno, sino más bien como una forma de renacer y reencontrase consigo y aunque no le gusta el estatus de superestrella es considerado por la revista Rolling Stone como el número 70 en el casillero de los mejores 100 guitarristas de todos los tiempos y la BBC de Londres le confiere el título del mejor guitarrista de los últimos 30 años (nada despreciable si hay quienes señalan que el auge de la guitarra ya quedó atrás). Y a decir de su compañero de banda, otro músico virtuoso, Flea: “Él (John Frusciante) es el más concentrado, dedicado e inspirador artista que conozco. Es alguien con el que tocar es absolutamente un reto, porque es tan bueno, tan inteligente y tan encendido”.
Así que esa noticia publicada el 15 de diciembre del año anterior provoca el esperar con atención lo que depara el retorno del hijo pródigo y la magia del cefalópodo que lleva en su linaje.
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