Por MIGUEL DÍAZ
El 2024 fue un año de cambios y sucesos importantes para el mundo, desde las Olimpiadas de Francia, cambios presidenciales en México y Estados Unidos, las caravanas migratorias, la caída del régimen dictatorial en Siria, la guerra de Ucrania y en Gaza, más las convulsiones económicas y sociales de muchos otros lugares. Como siempre, la humanidad no deja de hacer arte y música, y este 2024, según la prensa mundial, fue el año del pop, un género que ha pasado de ser música bailable para adolescentes, a un gran espacio de expresión cultural de Occidente. Aquí, en Radio Madigan, les traemos una lista de diez canciones imperdibles, y al final adjuntamos una lista un poco más grande que muestra los sonidos de nuestros tiempos convulsos.

Alesis – Mk.gee, 9 de febrero “Estoy en el cuerpo de alguien / que está en el cuerpo de alguien más / Ambos sin cabeza ni corazón / bailando consigo mismos…”. Con esos versos empieza esta canción de progresión rítmica entre batería, bajo y guitarra, más coros que flotan sobre una melodía tierna, con unas vocales agudas que enfatizan el sentimiento de súplica. Michael Todd Gordon, conocido artísticamente como Mk.gee, es guitarrista y cantautor de 28 años, cuya producción Two Stars & The Dream Police fue uno de los álbumes mejor logrados de este año, entre el sonido de soul alternativo (Dijon, Frank Ocean, Blood Orange), y un toque rock de guitarras de los ochentas en el estilo de The Police o Prince. Mk.gee es el mayor representante del bedroom pop, un subgénero del rock en el cual es común grabar fuera del estudio, en dormitorios y otros espacios para capturar intimidad y ese sonido lo-fi muy bien logrado en “Alesis”. Cuando Mike grita “Why me, oh better, why you? […] Why bleed when we don’t have to?” pega en el dedo chiquito del pie del sentimiento amoroso y casi nos hace llorar.

A tu manera Junior H con Peso Pluma, 16 de febrero Sobre la base rítmica de unos bongos, se desarrolla esta balada mexa que mezcla un montón de detalles sonoros: la delicadeza de arreglos de cuerdas que emergen aquí y allá, progresiones de guitarra eléctrica anudando la canción, estática electrónica, y las delicias del requinto acústico que compite en interpretación con la maestría rítmica del bajo. La composición de César Posada y Óscar Garza, entre moderna y clásica, es interpretada por dos de los representantes más populares de la música mexicana reciente: Junior H y Peso Pluma. Estos hacen un buen trabajo, en especial Peso Pluma, cuando llega a la parte de: “Si un perro se enamora, ves qué fácil él se doma/ Dime si a mí me piensas también”, su interpretación es más que convincente. La canción crea atmósferas y sensaciones íntimas, revitaliza el regional mexicano e inventa casi un nuevo subgénero musical: el neo bolero.

Broken Man / Hombre Roto St. Vincent, 29 de febrero. Anne Erin Clark, también conocida como Annie, y mundialmente famosa bajo el nombre de St. Vincent, hipea, aúlla, se contorsiona epiléptica y enloquecidamente, vocifera “What are you looking at?/ Who the hell do you think I am?”. La energía de St. Vicent embiste por su capacidad interpretativa, su manera disonante de tocar su guitarra, cercana al grunge y a la PJ Harvey de los 2000, y su forma de cantar, como en un estado crítico de paranoia, pero sexy y elocuente. La versión en español fue un experimento extraño e interesante, una suerte de crossover inverso, que en sus versiones en vivo se vuelve spanglish. Anni, St. Vicent, o Santa Chenta para los que hablamos la lengua del Quijote, es una Patti Smith (más) esquizoide, elegante y sexy, que en “Broken Man” conjura el espíritu del “21st Century Schizoid Man” de King Crimson y el ritmo bailable e industrial de Siouxsie and the Banshees.

I Can – 1010benja, 8 de marzo Una balada de guitarras acústicas a lo “Wonderwall”, más un órgano ondulante, la voz aguda y moldeable, y una letra sobre confundir el sexo y el amor, suena como una fórmula fácil, pero la fuerza de la interpretación y algunos otros detalles le dan a esta canción un esmalte de genialidad. La forma en que canta flexionando la voz hasta alcanzar esos agudos ascendentes en frases como “The valley of my love”, “The flower of my life”, o “Don’t wanna be in love”, entre rechinidos y esa guitarra eléctrica que poco a poco se apodera de la melodía, hasta despegar en ese solo envolvente que lleva a un excitante clímax. Los arreglos de cuerdas y orquesta en la última parte sirven de base a los pequeños gemidos, ruidos, gruñidos, arreglos vocales y risas que aderezan el final, transmitiendo dinamismo físico y orgásmico. La pieza muestra las virtudes de Benjamin Lyman: su capacidad de creatividad, el juego experimental, la hibridación bien lograda de géneros, letras poéticas, más otras cualidades que encontramos en su álbum: Ten Total.

Good Luck, Babe! Chapell Roan, 5 de abril Synth rock sobre una chica que reclama a otra el haber elegido a un hombre, a pesar de tener con ella “un tipo de amorío explícitamente sexual”, y preferir una relación convencional heteronormada que aceptar su deseo. La imagina despertando a mitad de la noche al lado de él, lamentándose ser solo la esposa (“And when you wake up next to him in the middle of the night/ With your head in your hands, you’re nothing more than his wife”). El sonido de las power ballads de los 80 en el estilo de Cyndi Lauper y Kate Bush, con una voz que alcanza fácilmente los agudos y falsetes más profundos, en melodías guiadas por sintetizadores y batería, arreglos de cuerda y letras de vocación narrativa donde crea personajes que acompaña con maquillaje y disfraces, conforman los elementos del show drag de esta chica queer de 26 años. Canciones como esta han convertido a Chapell Roan en la estrella pop alternativa para la comunidad LGBT+, y junto a una larga lista de artistas femeninas estadounidenses (v.gr.: Kehlani, Billie Eilish, Snail Mail, Julien Baker, Clairo, 070 Shake, etc.) crea música abiertamente lencha, rebosante de libertad y creatividad.

Favourite – Fontaines D.C. 18 de junio El rock actual vive de una profunda nostalgia de los 90. Y a pesar de avanzar hacia nuevas experiencias, evoca sonidos y sensaciones de la adolescencia. Fontaines D.C., la banda irlandesa más popular del momento, ha evolucionado de un sonido de garage punk en sus inicios a un post punk oscuro en Skinty Fia (2022), con temas politizados en una lírica de gran calidad poética. El Romance, su álbum de este año, crea un estilo más alternativo, y a pesar de haber cambiado de apariencia y conceptos, aún sigue ahí el sonido machacón y su fuerza lírica. En “Favourite” hablan del dolor por lo perdido en el pasado, de cuando la ciudad se llenaba de Tatcher y los sonidos de la radio. Las guitarras tintineantes, los juegos vocales en los coros, los clímax que ascienden entre confesiones y poesía (“Chewed into shape like a stone on the shore/ But if there was lightning in me/ You’d know who is it what for/ Did you know / I could claim the dreamer for the dream?”), crean melodías impulsadas por la nostalgia, el ritmo envolvente y una interpretación no convencional, entre el crooner de pub y el poeta romántico.

Girl, so confusing Charlie XCX con Lorde, 21 de junio El tema de este remix es la competencia que la industria musical impone sobre las artistas femeninas. Relata la relación distante y complicada entre Charli XCX (que este año no bajó de los charts mundiales con Brat, un álbum para los clubs y fiestas del verano) y la artista neozelandesa Lorde, que los medios han comparado por sonar semejantes o tener el mismo tipo de pelo. La letra llega a la genialidad con la contribución de Lorde, que en unos cuantos versos resume su vulnerabilidad (“And scared to be in your pictures/ ‘cause for the last couple years/ I’ve been at war in my body) y muestra lo complejo que son las relaciones interpersonales en medio de una industria rapaz (“It’s you and me on the coin/ the industry loves to spend”). Todo ello con un sonido creado por Charli, lleno de glitches electrónicos y Auto-Tune, que resulta vibrante, divertido y muy bailable: una celebración a la amistad.

Die With A Smile Lady Gaga con Bruno Mars, 16 de agosto Ambos en trajes azules al estilo country, Bruno Mars en tejana y botines, toca una gran guitarra roja, mientras que Lady Gaga, con crepé y un gran moño rojo como mascada, fuma un cigarrillo mientras toca un pequeño órgano. Ambos interpretan sobre una gran tarima circular frente a una audiencia de maniquíes en un set de televisión “Die with a smile” para el videoclip de la canción, como si fueran June & Cash para millennials. Esta balada rock con elementos del soul y el country despliega una imaginería apocalíptica sobre el amor en el fin del mundo (“If the party was over and our time on Earth was through/ I’d wanna hold you just for a while and die with a smile”). Cuando la potente voz de Gaga se despliega en la segunda mitad de la canción, empuja el coro junto al muro de sonido hasta el paroxismo emocional, y hacen de esta canción un hermoso y terrible recordatorio de nuestros días contados sobre este viejo planeta y de la necesidad de amar cada noche como si fuera la última del mundo.

Eusexua – FKA twigs, 13 de septiembre Al final del video de esta pieza aparece la leyenda: “Eusexua es una práctica. Eusexua es un estado del ser. Eusexua es el pináculo de la experiencia humana”. Esta idea remite también al uso de la música a través del cuerpo como práctica de liberación artística, en el video se interrumpe la vida ordinaria de una oficina con coreografías de danza contemporánea y electrónica avant gard, que llevan a los empleados a perder su ropa y sus inhibiciones en el baile, transportándolos a un estado primitivo, en tanto vuelta al origen como al cuerpo. Las letras de twigs también hablan de esa búsqueda profunda, de una conexión con uno mismo, en camino a la libertad (“Free, I see you are/ Eusexua/ Do you feel alone/ You’re not alone”). Sónicamente, explora esas mismas ideas a través del techno; con ritmos eufóricos sobre atmósferas suaves y coros sensuales, su voz llena de eco reconforta y anima a entrar en un estado de trance orgiástico y catártico.

Noid – Tyler, the Creator, 28 de octubre. Paranoia, el lado oscuro de la fama, delirios de persecución, la invasión a la privacidad, la vigilancia gubernamental, allanamiento de morada, psicosis colectiva y otros temas de nuestra época están tratados como una puesta en escena en el primer sencillo del álbum número ocho (Chromacopia) de Tyler, the Creator, “Noid”. La canción arranca con un falso final, para dar paso a una base rítmica de hard rock tomada directamente de “Nizakupanga Ngozi” de The Ngozi Family, banda de proto punk de Zambia, máxima representante del zambrock en los setenta, y de quienes toma también el coro en lengua nyanja. Los gruñidos y rugidos de Tyler hacen eco de la psicosis de las letras (“Someone’s in my shadow/ Someone’s keeping watch”), y el ritmo acelerado cae en pasajes más densos, con coros de suspenso, enfrentándose al rap más feroz y enloquecido. El outro, con sus diálogos y vocecitas nerviosas, freestyle sobre pianos fantasmales y juegos vocales pop, traduce sónicamente el estado alterado de un paranoico en un brote psicótico.
Playlist Radio Madigan 2024:
Sé TESTIGO
