Por ANY VEYRA
El beso primero
deshace el verso
queda torpe y desvanece
La suave brisa de sus alientos
agita el viento
el huracán
Astuta lengua
cartografía experta
sobre la uva fresca audaz caracol
Lobo plateado
en el horizonte
con cepo de fuego el panal agita
A tientas despacio en el sol más negro
la fuente del canto
amordaza
Juegan perillas
llueven el campo
abren un abismo de dulce humedad
Sedienta flautista
surca su prisa
Henchido de vida provoca la mar
Deseosa de luna
sutil madreperla
respira jugosa carnosa frutal
Las manos reptan su pecho
del fondo rocoso
al suave puntal
Morada vibrante
nocturno refugio
vestido de dueño se arropa
Galope de dioses
manjar ondulante
vuela fugitiva de la libertad
De jaspe y diamante
ceñida pulsera
rompe las cadenas la joya abraza
Fractal de verano
estremecimiento
un caleidoscopio de cielo floral
Tenaz percusión toca en su reflejo
riega su estero
En el valle infernal
de sueños llenan el otoño tórrido
Él se hizo más libre
Ella aprendió a andar