Irene Ruvalcaba
Cumulonimbos
amarillos cubren los campos, apenas el silencio en su verdor detiene
su pesada consistencia. Muéganos de polen, caricias de paciencia. La
mirada a cada instante es un acto fantástico, sólo se limita a sí
misma, la
suave metáfora del ojo-parpadeo.
Ahora,
es decir, en este preciso momento, las mariposas reanudan su labor
frente a las flores y su torpe baile aún persiste cuando se levanta
el sol. La poeta Pilar González España murmulla entre los campos
para que su canto se conserve en los estambres, para nacer en otras
flores y revivir las cuentas de los rezos. De ahí viene su
pro-ética, de ahí su concilio y su pregunta. Luego una sabia
responsiva, carta con destinatario universal.
“Hoy
en día nos aquejamos de una pérdida de sentido del lenguaje, de la
columna vertebral de sentido que sostiene al mundo.1”
El murmullo se ramifica en nuestros cuerpos enjambrados de ecos, como
la casa en la que amarran a la lengua para que no muerda a los niños
vecinos. El lenguaje es movedizo relojero que maneja el tiempo
ajustando
las manecillas
de su significado.
En
los campos de amarillas camas lo que se dice calla y el organismo de
los amorosos vuelve al silencio. El arte toma una forma nueva y, el
camino, aunque abierto, conduce al desierto de las calles. “A pesar
de una eclosión y profusión de producciones literarias ocurre, sin
embargo, que hay una indecisión extrema a la hora de saber hacia
dónde encaminarse, en definitiva, qué y cómo decir.”
Palabrería
la nada, angustiosa boca indecisa, en la angosta cueva del existir un
hilo de palabras que conduce al acantilado de los ritmos interiores.
Pero hay una extraña (¿o familiar?) esperanza en la ilusión que la
mirada provoca, esa que se queda prendida a la memoria como la marca
de
la
mariposa embarrada en el asfalto.
La
poeta cierra su gestalt con voz imperativa: “Un arte poética
debería situar al creador en el eje central del mundo, donde
coinciden plenamente lo ético, lo poético y lo auténtico.” Las
nubes más tarde o más temprano han de volver a su simiente,
entonces la ética será prótesis; la poesía, canto de las flores
y; la realidad, sólo color.
1
Pilar González España, Mujeres
en su tinta. Poetas españolas del siglo XXI,
Editorial Antemporia, 2009, México.
*Ilustración
de Ilse Ovalle.