Por: MIGUEL DÍAZ
HAHA, Charlotte Adigéry & Bolis Pupul, Tropical Dancer, Bélgica, 4 de marzo.
Un beat electrónico, darky y new wave, medio Suicide, medio Talking Heads, donde una risita primero burlona, luego carcajada, es mixeada siguiendo los patrones del techno; la risa se vuelve llanto desesperado, risa maliciosa, risita nerviosa, balbuceo, grito, aullido, y un solo verso: G-G-Guess you had been there. La base rítmica se vuelve tan contagiosa como la risa, empuja a imaginarnos bailando enloquecidamente bajo luces neón. En el álbum Tropical Dancer, Adigéry y Pupul nos plantean siempre preguntas, a veces de forma directa y otras con ironía, sobre nuestras posturas éticas en la vida, como la migración, el racismo o el feminismo; “HAHA” parece ser una respuesta conceptual, con ese reír/llorar por el gozo y el sufrimiento de la vida. Música para hacer un examen de conciencia sin dejar de sacar los prohibidos.
Tamagotchi, Omar Apollo, Ivory, E.U.A., 8 de abril.
Esta es la historia de un chico que, haciendo canciones en su cuarto, alcanza la fama mundial. Su nombre es Omar Apolonio Velasco, nacido en Indiana, de padres mexicanos. Excelente guitarrista, cantante talentoso, compositor y con don de showman, ha sido headliner del Coachella, y es un referente del pop actual. Canta en español, inglés y espanglish con sonidos que van desde las rancheras de Pedro Infante y corridos tumbados, hasta country, reggaeton y soul, pero sobre todo el R&B tipo Prince o Stevie Wonder. “Tamagotchi” es un despliegue de modernidad y sensualidad, producida por The Neptunes, cantada en español e inglés. Es un trap con una flauta medio oriental, coros, requintos, unas congas y una línea de bajo muy funky, que muestra a un Omar Apollo abiertamente bisexual, despreocupado, sexy, rapeando: Ando de gira y todos me siguen, los chicos me quieren tocar/ Tengo dinero y ando soltero, dime lo que quiere’ comprar. Él solo tiene 25 años, y Ivory es su primer álbum de larga duración.
Roman Holiday, Fontaines D.C., Skinty Fia, Irlanda, 22 de abril.
Fontaines D.C. es una banda de cinco músicos de Dublín, que durante la pandemia se mudaron a Londres y París, como todo migrante, en busca de otras oportunidades. Su Skinty Fia es un álbum imperdible que se aproxima a sonidos post punk, folk y No Wave, con letras de una gran carga poética y política. “Roman Holiday” captura ese espíritu de búsqueda, de aventura, de sueños frente a duras realidades. La voz de Grian Chatten, un crooner con mucho estilo irlandés, desliza su lírismo evocador sobre la miseria y la gloria del inmigrante, los sueños de éxito y la profunda añoranza de casa, así como los problemas de identidad, discriminación y el omnipresente colonialismo (I don’t wanna see the Queen / I already sing her song). Cuando las guitarras tocan esos alargados solos, y la base rítmica empuja con furia la melodía, tocan fibras realmente sensibles, y entonces el cantante suelta esos versos de: What artless living all this soft pain thrills/ What calamities usher all our brilliance to the hills! / Can you feel it?, te hace la piel chinita; casi al final la pieza musical se despereza, se sosiega para al final reventar: Was it the weed or the moment that stoned ye? Uno de pronto también parece estar drogado, un poco herido y con unas ganas enormes de seguir luchando.
Andrea, Bad Bunny con Buscabulla, Un Verano Sin Ti, Puerto Rico, 6 de mayo.
La superestrella del trap latino y reggaeton Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido como Bad Bunny, tuvo un año enorme. Su quinto álbum no bajó de los número uno de las listas de éxitos de Estados Unidos, sin una sola canción en inglés. Pero más allá de la fama, lo que en este trabajo resulta atractivo es su cambio de discurso, una búsqueda lírica con más conciencia política y social, con colaboraciones que enriquecen su música de sonidos más diversos. En “Andrea” despliega una narrativa centrada en un personaje femenino alejado de los estereotipos de la música urbana: retrata a una chica común latinoamericana, trabajadora, independiente, una “diva campesina”, con ganas de amar a alguien que “no quiera cambiarla, solo quererla”, pero que es atravesada por los problemas sociales y de género, tener que aguantar la crítica de la familia, a parte de conseguir para la renta y sobrevivir. Raquel Berrios, del dúo boricua Buscabulla, le presta voz a este descarnado personaje que exige respeto y amor, en medio de un indie pop atmosférico con un final de guitarras psicodélicas y ritmos caribeños; transformando, por un instante, el perreo y el dembow en una forma de resistencia y empoderamiento.
Father Time, Kendrick Lamar, con Sampha, Mr. Morale & The Big Steppers, E.U.A., 13 de mayo.
“En verdad necesitas algo de terapia” es lo que aconseja Whitney Alford a su pareja de toda la vida, Kendrick Lamar, que desde la ficción de un personaje narra sus propias circunstancias reales de manera frontal, cínico a veces, pero brutalmente honesto. Introducido por arreglos de cuerdas, piano, comienza diciendo: I come from a generation of home invasions and I got daddy issues, that’s on me; abordando el tema central de su álbum doble Mr. Morale & The Big Steppers, la masculinidad tóxica en la cultura negra norteamericana. En un formato como si fuera la inducción a una terapia grupal, dirigido por un predicador que muestra todas las heridas que ha dejado la figura paterna en forma de frustración, de hombres incapaces de expresar sus emociones y amar, y hasta la violencia gangsta en la comunidad negra. Los arreglos de piano y la dulce voz del pianista y cantante britanico Sampha añaden un poco de ternura al tema dándole un aire clásico dylaniano a este rap que salta con furia entre una batería jazz y en formidable bajo. Ya denle el Nobel, el pinche Grammy qué.
You Will Never Work In Television Again, The Smile, A Light for Attracting Attention, Reino Unido, 13 de mayo.
Thom Yorke, Jonny Greenwood y Tom Skinner son The Smile, un proyecto alterno de dos miembros de Radiohead, que para qué vamos a mentir, sí recuerda mucho a la banda, pero también es algo más. En “You Will Never Work In Television Again” tocan como si fueran una banda de rock setentera, con esa base de guitarra en muros de ruido que se aproximan, y la desgastada y ansiosa voz de Yorke, como el grunge en The Bends, escupe una sarta de delirantes advertencias sobre monstruos que acosan a las jóvenes y les roban sus sueños, en un falsete desesperado, paranoico, corriendo perseguidopor un ritmo militar, que lleva a la canción a un paroxismo alucinatorio. La nostalgia del rock nunca muere, y siempre habrá gente que haga música de guitarras que nos atrape.
Se fue la luz, 070 Shake, You Can’t Kill Me, E.U.A., 3 de junio.
Danielle Balbuena, mejor conocida como 070 Shake, es una chica de veinticinco años originaria de New Jersey, de raíces dominicanas, que desde niña escribía poemas, y ahora, igual que Safo, canta el apasionado amor por las chicas. Grabó su álbum debut en el 2020, Modus Vivendi, una joya adolescente. “Se fue la luz”, es la pieza que cierra su último trabajo, You Can’t Kill Me, que sigue los sonidos espaciales y psicodélicos de su R&B alternativo. La canción empieza con arreglos de cuerdas, su voz con eco canta primero en español, luego en inglés, sobre la pérdida de la amada y los remordimientos. En el coro hay unos arreglos de viento muy interesantes, y en el puente su voz es más grave y cambia el ritmo de la canción, volviéndola casi robótica. Luego se va deteniendo lentamente para terminar con la sección de viento: trombones, clarinetes y trompetas creando una coda hermosa, con un toque muy latino.
PURE/HONEY, Beyoncé, RENAISSANCE, E.U.A., 29 de julio.
Beyoncé no solo regresó triunfal en el 2022, sino que desempolvó las viejas influencias del disco y el euro techno (Donna Summer, Giorgio Moroder, Grace Jones) y las mezcla con su estilo de pop, mucho vogueing, más trap, soul y afrobeat, creando un álbum divertido de principio a fin, para bailar donde quiera que lo pongas. “PURE/HONEY” es el soundtrack de un ball de drags millonarias que bailan hasta abajo sobre un piso de luces de colores. Debería tener una etiqueta de “Caution, too hot”; en cambio dice: “Bad bitches to the left / Money bitches to the right / You can be both, meet in the middle, dance all night”. La canción es realmente dos, como lo indica el título: la primera es vogueing, la segunda es R&B de Queen Bee echando gritos tipo Michael Jackson. Diversión pura.
WHATUP, DOMi & JD BECK, NOT TiGHT, Francia/E.U.A., 29 de julio.
Domi Louna (Metz, Francia, pianista, 22 años) y JD Beck (Dallas, TX, baterista, 19 años) son la nueva cara del jazz. Ambos virtuosos y con una energía impresionante sacaron su trabajo debut con un puñado de luminarias que muestran sus influencias cercanas: Anderson Paak, Thundercat, Herbie Hancock, Snoop Dogg, Busta Rhymes, Mac DeMarco, etc. Una mezcla de free jazz, hip-hop, R&B y psycho-funk. “WHATUP” empieza con las notas dulces de unos teclados, pero luego se arranca en una espiral de hiperactividad, ritmos juguetones de batería y mucha melodía vibrante, pianitos chisporroteantes, y un bajo muy funky. En su primera obra juntos demuestran inventiva y un control muy libre de sus instrumentos, así como una capacidad increíble para fusionar géneros, dejando claro que este dúo es una apuesta fresca del jazz del futuro.
Desde el Cielo, Mabe Fratti, Se ve desde aquí, Guatemala, 14 de octubre.
Me gusta decir que Mabe Fratti es la artista que nos estaba haciendo falta en Latinoamérica. Chelista, cantante y compositora guatemalteca, este 2022 publicó uno de los álbumes más increíbles del año. Crea música que desde la experimentación formal recorre espacios íntimos a la vez que construye melodías dulces con arreglos instrumentales desconcertantes. Su sonido va de la quietud al ruido pleno, entre la armonía y la euforia. “Desde el Cielo” empieza con el grave punteo del chelo y su voz como invocando a los elementos, y poco a poco se van sumando instrumentos: batería, saxofón, guitarras, rechinidos de cuerdas, agudos metales, y otras disonancias que vuelven de repente una melodía simple en un jam de acid jazz enloquecido y apasionado. Recientemente estuvo en la ciudad de San Luis Potosí, en el festival WIRD, y verla en vivo con todo su ensamble de instrumentos fue una experiencia alucinante. Sí, Mabe es la artista que nos merecemos.
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