I
llegada a “agua viva”
salto hacia el lado interior de la frontera
hacia los silenciados lugares de destino que nadie reconoce:
grandes lagos
sinuosos cursos de agua
orillas frondosas de oyameles (abies religiosa) arces y abedules
pájaros
manojos y
manojos de narcóticas mariposas monarca
le vieux moulin à vent près du premier fort de ville-marie
somos la luz que se desliza sumisamente
hacia el fondo del lago
arco auroral polo celeste de donde llegan
ráfagas luminosas
filamentos y brillos ondulantes
-llamas cortinas abanicos-
encendidas visiones
contemplación infinita de los cielos
somos el territorio anishnaabe de las bocas
el corazón de las mil islas
el pabellón de los vinos
pero ay
ay la enfermedad con su traje de asbesto
caen los árboles como una gran catástrofe sobre la bella
ottawa
II el desfiladero de la adivinación
sobre la clara oquedad del mundo arktos finge soñar
su interminable invierno
desde ese borde nos observa la nada
morosa morosa se desliza
como un armiño (rata armenia) por la cripta del lago
hunde sus dedos infalibles
en la garganta del río de los muertos
dice:
para la gran migración
no está previsto ni barquero ni barca
tan sólo un ojo vivo en la boca del lobo
una nube de espuma en el alma del cortex
el frío
clausurando una a una las puertas
y la grieta de la resurrección
con su celda nupcial y
sus reales crisálidas de fuego
III (figura en blanco) la marcha de los lobos
hacemos el camino en enorme silencio bajo
la lisa cúpula
del aire
sobre el indiferente suelo de esta tierra
asediamos nuestros propios perfiles buscando:
el gran deslumbramiento la opacidad y
finalmente la caída –bajamar de los mundos–
pero el deseo no muere (cuando clava el aguijón) como la
abeja
sino que se acrecienta posee
la codicia imperiosa del abismo
incoloro e inerte
nos rodea el argón
como una joya azul
como un traje de fiesta en la noche del polo
con sus núcleos de hielo y aguas subterráneas
por donde fluye la luz del caribú
fantasma
del alimento consagrado
que nunca alcanzaremos
VI una flor olvidada arde como una hoguera de hielo sobre ontario
aguas van a la gran cacería
por la tundra -más al norte del límite de la vegetación-
desierto congelado
musgos
líquenes
morder el hielo en la noche de hudson
con mizar y alcor y aldebarán y sirius y
todas
las constelaciones por encima
podría ser morir
con las manos quebradas como cristal de espato
entrar en ishishtashkamuk esencia frágil y ambarina:
mundo invisible
comarca de los mishtapeu
pero y después: qué habrá de aquellos cuerpos abandonados
a sus propias tolvaneras?
orar sin desconsuelo: polaris cassiopeia
sirius mizar alcor aldebarán
también la cruz del sur deja caer
su frío olor
en la noche de ontario
(De: El libro de las hormigas, Ed. Leviatán, 2020)
las nupcias de la hormiga
se aproxima el verano con su ojo de fuego
largos días de luz prematura sobre los pastizales
las reinas-madres –las futuras– preparan
sus encantos para el vuelo nupcial:
vírgenes y robustas
las mueve el deseo de devorar el sol
atragantarse con su oro
llenar la alforja de la vida
y por primera vez despliegan el pétalo doble
de sus alas
por el aire sonámbulos deambulan los novios
sus señales volátiles
los olores: el feroz magnetismo
que desvanece toda sabiduría
todo resto del yo
y despierta el alma única anterior a la conciencia
hormiga con parásito
no tengo nada que hacer:
él se ha adueñado de mi alma
crece dentro de mí
come de mí habla por mi boca en una lengua
de mayor antigüedad que el arameo
eso extraño diferente ha sabido deslizarse
entrar en la invisible calidez del abdomen
nutrirse de mi carne
en un viaje sin culpa
unirse a mí
en comunión extrema
y me lleva me obliga a tascar la alta rama
donde anclaré mi vida –moriré–
para que la suya engorde y prolifere
estoy olvidando cómo se persiste
estoy olvidando cómo se respira
canto de la hormiga V
ayahuasca
madre de toda planta
que en tu fuego interior lo cobijas al dios
–pero ese no es su nombre–
ayahuasca
planta visionaria que recibes todo el peso del sol
sin sufrimiento
que pones en libertad a los seres
en mitad de la nada
para que sepan
que son lo que son y lo serán por siempre
tú
que consuelas al que llora
en el fondo del río
mira
mi pequeña explosión de oscuridad
mi naturaleza crepuscular y laboriosa
y dame la ensoñación la revelación el pacto
De: Cantata del agua (Leviatán, 2024)
XXIX
fitoplancton
microscópico dios verde a la deriva
sustancia silvestre
de los tiempos primeros:
sagrada consagrada
aquí se vive
aquí se empieza a respirar
de aquí emergen las nubes
aquí se alimenta cuanto nace
neón prodigioso
lunas de agua
XXX
agua dulce
gordas nubes cargadas del monzón
kati thanda-
lago eyre después de seca y larga noche
todo vuelve a la vida:
la vegetación vuelve a la vida
los insectos el dragón del lago
algas bacterias y los sápidos peces
videntes los pelícanos llegan
desde todos los puntos cardinales
-cómo saben?:
entrelazamiento cuántico?
acción fantasmagórica?-
saben saben que el lago se formó
y el exacto camino para llegar a él
XXXII
todos estos billones y billones de seres invisibles
que conviven contigo
más bellos que las columnas basálticas de rhön
y más perfectos están
para que puedas existir y seas
un animal alerta y vigoroso
están para ayudarte
en tu increíble viaje por la tierra
en el efímero fulgor de tu viaje
y aun se quedarán cuando tú debas irte
ellos te ayudarán a deshacerte
a hacerte
agua para otras vidas
Sé TESTIGO
