Édgard Cardoza Bravo
LA
MUERTE JUEGA BÉISBOL
Como
se dice en jerga de béisbol,
caímos
en slump.
Hasta
la muerte misma envejeció.
Con
tan brutal oferta de cenizas
el
covid-19 dio jonrón.
Antes,
la flacucha de marras
agitaba engreída su guadaña,
segura
de su sí y de su no,
de su tal vez, de ese “yo soy
quien
lleva el funeral”.
A
ver, señor Posada,
reconvéngala usted, reconstitúyala,
devuélvale
su tul,
el alado sombrero de arroz negro,
su careta de
ampáyer tras el home
en
la vista (sin ojos) de la nada,
su rosario de flores
incendiadas,
el vestido encajado de festón.
Ah,
que doña pelona tan postrera,
a quien se le ha cebado
ese
doblez famoso de rodilla
en
aire de gendarme occipital
solfeando gregoriano con campana.
Como
se dice en jerga de béisbol,
caímos
en slump
y
hasta la muerte misma envejeció:
de goma de tabaco: un buche de
saliva
en pose de fatídico wind-up:
La tiene en tres y dos.
***
YO
SUPLICO
En
esta hora de muerte,
les suplico,
dejar de contar
soles
turbios
y lunas desbocadas,
de silenciar las
calles por decreto.
El
aire es contagioso
desde siempre.
Ea,
pues, compañeros en lo eterno,
salgamos a mirarnos
desde
el ojo interior
que nos ausenta.
Y
después
de escanearnos el alma
y
los haberes mustios
del recuerdo,
lavémonos las manos
en
el río.
(El
río se va / siempre,
no
regresa).
Y que siga el sol turbio,
la lengua en el desfogue de la luna,
la calle en el más cruel de los silencios.
***
LOS
HERALDOS, ¡NEGRO!
Hay
golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!
César
Vallejo
Hay
blogues* en las redes, tan burdos, yo lo sé,
blogues
como si el alma de Judas
se
posara en el páncreas
con
la caca de todo lo sufrido… ¡Yo lo sé!
Son
hartos estos blogues, tantos
que abren zanjas oscuras en el
hígado
que pueden solo ser sanadas, ¡oh, mi negro!,
con
caballitos de bárbaros tequilas.
Como
si Jesucristo jalara la cadena
mientras usas el wáter,
blasfemando,
y sientes que te hundes en el médano hediondo del
noema
como bucle abismado de la chica de Ipanema.
Y
es un golpe tan grande, el de la flema,
cuando lees –protésico
y en público-
y de pronto la chapa se te cae.
Hay
blogues en las redes, tan burdos… Yo lo sé.
*NOTA:
En este texto, blogues es blogs.