Por ANAITÉ ANCIRA GARCÍA[1]
Antes del raudal
Yo no sabía, había leído de la bilis, que
se produce en el hígado,
que se compone de 97% de agua
.7% de sales biliares, .2% de bilirrubina
proteínas, hormonas, colesterol.
Había escuchado que se puede “derramar la bilis” por un coraje,
pero no sabía que cuando pasa,
se siente como matarratas en la sangre,
tampoco sabía que se puede vomitar bilis en el baño de un aeropuerto.
Había leído que puede ser forzada hacia el estómago
por contracciones musculares fuertes y espasmos duodenales
pero no sabía que vomitarla toda en una sola arcada,
me iba a quitar la sensación de que las 100 billones de células
que hacen funcionar mi cuerpo,
estaban reventando y yo con ellas.
Había leído que la palabra viene del latín bilis/hiel
que desde la antigüedad, se cree que
la enfermedad de cólera,
del latín cholera y del griego khole,
está relacionada con la bilis.
Pero no sabía
que podía sentir tantísima cólera, un día mucha cólera,
hasta vomitar bilis en el baño de un aeropuerto.
También había leído que se puede mezclar jabón con bilis de buey
y que ese jabón es bueno para quitar manchas difíciles en la ropa.
Pero no sabía que antes de vomitar bilis en el baño de un
aeropuerto, iba a sudar friísimo, me iban a zumbar los
oídos, iba a sentir que me sacaban el aire a 400 patadas, y que
cada minuto me iba a sentir peor, hasta vomitar una baba
amarilla casi fosforescente, amarguísima,
que salió de mi cuerpo como si hubieran hecho la maniobra de Heimlich,
para sacarme un huesito de pollo atorado
Había leído que la bilis interviene en los procesos de digestión,
que ayuda a descomponer las grasas para poder digerirlas,
pero no sabía que
un día, después de haber sentido mucha cólera, de haber pasado más o
[menos 24 horas
con escalofríos, náuseas, sin poder decir nada, ni hablar nada, ni
[moverme nada,
la iba a vomitar en el baño de un aeropuerto
y entonces
iba a empezar a llorar.
¿Quiénes son estas personas con las que ahora sueño?
Soñarme en un avión a Suecia o
hacia un lugar parecido,
porque #LaPequeñaBurguesíaNoDescansa,
muy preocupada porque no llevaba cubrebocas,
ni una buena chamarra
y por allá hace mucho frío.
Nadie llevaba cubrebocas,
tanta gente, muchos niños,
todos güeros y hablando en otro idioma
¿quiénes son estas personas con las que sueño?
Soñarme olvidando a uno de mis hijos dormido en el coche,
en el estacionamiento de una casa donde no vivimos desde hace años,
bajar corriendo a buscarlo
y en el camino un tipo con barba, una señora llorando,
una pareja saltando piedras en un río,
unas motos estacionadas frente a mi coche,
¿quiénes son esas personas con las que sueño?
Soñar que mi gata entra por la ventana,
sentir una dolorosa certeza
de verla volando fuera de mi cuarto,
porque está muerta desde febrero,
pero la estoy viendo en una imagen tan clara,
mientras me tallo los ojos,
esto no puede ser un sueño,
es ella.
Soñar que estoy pintando de verde la pared de mi comedor,
y a mi abuelo diciendo:
Ves, te dije que ese color estaría bien.
Despertar y darme cuenta que la pared sigue blanca,
mi abuelo muerto desde diciembre.
Soñarme en una calle desconocida,
llena de gente desconocida,
tratando de llegar a un lugar desconocido,
a una ahora desconocida,
en un mundo que ya no existe
¿quiénes somos estas personas con las que ahora sueño?
[1] (Ciudad de México, 1980). Poeta y artista de collage. Ha publicado los poemarios: play, pausa, rec, mute (Grupo Rodrigo Porrúa, 2018), Antidiario de un ama de casa (El Humo, 2019), Fragmentitos de un discurso amorosito (Grafográfxs, 2020; Liliputienses, 2022). Estos dos poemas aparecen en su más reciente libro Luta, (Edición de autor, con postales de sus collages). IG: @anaite_
Sé TESTIGO